A medida que se acercaba
St. Patrick's Day, Dublín se iba coloreando de verde. Tiendas, calles y
pubs se engalanaban para tan esperado estallido de amor patrio. Los negocios de
souvenirs hacían acopio de sombreros verdes y los pubs se aprovisionaban de barriles de cerveza; iba a hacer falta.
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Verde |
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Shamrocks |
Cuentan que St. Patrick era escocés, hijo de un oficial romano. Con 16 años fue raptado por piratas irlandeses, quienes lo hicieron esclavo. Consiguió huir, pero volvió a la tierra de sus captores para predicar el cristianismo. Para explicar la Santísima Trinidad a los caciques locales, se hizo valer de un
shamrock. Además, se le atribuye la expulsión de las serpientes, ante la ausencia de estos reptiles en la isla.
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¡Viva St. Patrick! |
Por la mañana fuimos a ver el desfile, que duró unas dos horas. A todos nos resultó un poco soso, carnavalesco, pero sin gancho. Nos imaginábamos algo más tradicional, más irlandés y más impactante. Salieron muchas bandas de música de colegios y universidades, enormes, de entre 50 y 100 personas, pero casi ni sonaban. Poco ruido, vamos. Además, el tiempo entre un grupo y otro se hacía largo. Algo así como una Cabalgata de Reyes muy descafeinada.
Después de comer me junté con dos excompañeros de Informática del ICEX, Gabriel y con Jaime, que estaba de visita. Gabriel estuvo destinado en París y ahora trabaja en Dublín, y Jaime estuvo en Atenas y ahora trabaja en Varsovia. Fuimos a un pub-discoteca en
Temple Bar. En la 'zona
pub' la gente estaba más o menos calmada viendo el partido del Seis Naciones, en la última planta, a eso de las 6 de la tarde la gente estaba ya desmadrada.
Las calles estaban repletas y los
pubs impracticables. Pero realmente no se podía hacer otra cosa que ver a la gente pasar, pues está terminantemente prohibido beber en la calle, ni en vaso de plástico sacado de un bar. Había policías desperdigados por todo el centro que requisaban y tiraban todas las bebidas que veían. Y para mí que vengo de donde vengo, una fiesta popular así, no tiene sentido. ¡Es mejor salir cualquier otro día por Dublín que el de
St. Patrick!
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