lunes, 27 de febrero de 2012

El parque más grande de Dublín

Y uno de los más grandes y antiguos de Europa. Phoenix Park, situado al oeste del centro de la ciudad, se extiende a lo largo y ancho de 707 hectáreas, con cerca del 30% ocupadas por árboles. Desde que en 1662 fuera fundado por el virrey James Butler, Duque de Ormond, ha pasado de ser un 'Parque Real de ciervos' a un espacio de recreo para los irlandeses, lugar de residencia del presidente de la República y del embajador de los EEUU.

Áras an Uachtaráin, residencia del presidente
El sol brillaba en la mañana de domingo, a las 11 salimos desde el Spire, con unos prometedores bocadillos de jamón ibérico, que nunca puede faltar en la despensa de todo buen expatriado dominguero. Cruzamos la animada Henry Street para dejar Dublin 1, entrar en Dublin 7 y caminar a lo largo del río hasta la entrada principal del parque. Al otro lado se alza majestuosamente, con sus chimeneas siempre humeantes, uno de los pilares culturales, característicos y económicos de Irlanda: la cervecería Guinness. Quién sabe cuántas pintas del líquido negro de espuma cremosa vienen servidas al día en los incontables pubs presentes en cada rincón de la geografía irlandesa (y fuera de ella).

Cervecería Guinness

En la entrada se pueden alquilar bicicletas y tándems, para el que le apetezca pedalear por ahí. Una perfecta opción cuando el tiempo empiece a mejorar. Un poco más adelante, a la izquierda, se encuentra el obelisco más alto de Europa, dedicado a la memoria del Duque de Wellington, sir Arthur Wellesley, nacido en Dublín. Viejo conocido en España por participar en la Guerra de la Independencia, expulsando a las tropas de Napoleón, al cual derrotaría más tarde en la Batalla de Waterloo. El obelisco tiene cuatro placas de bronce, fundidas de cañones capturados en Waterloo. A la derecha está el zoológico, de pago.

The Wellington Testimonial

Phoenix Park

El aspecto general del parque no es como el de un clásico parque urbano, como puede ser por ejemplo el de St. Stephen Green, con sus parterres, bancos y estanque con patos y cisnes. Este es más bien algo parecido a lo que podemos ver cuando salimos de un ciudad, con una carretera que pasa entre campos y árboles. Yo no tuve la oportunidad, a pesar de que llegué hasta el final del parque, pero es posible ver a la manada de ciervos que habita a su libre albedrío en Phoenix Park desde que fueron introducidos por su fundador.



Más información: www.phoenixpark.ie

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